Sabemos que esta semana el parlamento español se va a
pronunciar sobre la propuesta del parlament
català, sobre si se traslada la competencia para convocar referéndums del
primero al segundo, y la respuesta es más que previsible, ya que casi con toda
seguridad el “NO” sumará cerca de 300 diputados, sobre un total de 350,con los
votos de PP, PSOE, UPyD y UPN, contra los que nada tienen que hacer los votos
de CIU, Izquierda Plural (IU, ICV-EUiA, y CHA), PNV y Grupo Mixto.
Con esta votación los principales partidos dejan bien claro
que no quieren entregar el poder al pueblo, ya que una de las principales
herramientas para un sistema democrático decente es el referéndum vinculante,
que en nuestro país no lo es.
Pero vayamos al inicio de lo que podríamos llamar
“enfrentamiento” entre fuerzas catalanas y españolas. Para mi el inicio estaría
cuando Artur Mas, convoca elecciones anticipadas, siendo él, el presidente de
la Generalitat, con un claro mensaje y con el riesgo de perder fuerza, como
realmente ocurrió.
El debate era claro, había una mayoría que quería
independizarse de España y prueba de ello fue la mayoría absoluta cosechada
entre los dos partidos independentistas mayoritarios de Cataluña CIU “derecha”,
y ERC “izquierda”, que ni siquiera necesitaron apoyos de otros partidos
favorables al derecho a decidir como CUP o EUiA.
Bien, una vez conformado el nuevo gobierno catalán con la
clara premisa de hacer que la voluntad del pueblo vaya al parlamento, se
convoca un referéndum, donde se harán dos preguntas: ¿quiere que Cataluña sea
un estado? y ¿quiere que Cataluña sea un Estado Independiente? y además se fija
la fecha para dicha consulta que será el 9 de noviembre de 2014.
Ahora el gobierno catalán pide que se le traslade la
competencia para formular referéndums y se le va a negar con la principal
premisa de que “según la Constitución la soberanía del Pueblo Español reside en
el conjunto de los españoles” y por lo tanto aunque en Cataluña todos votarán a
favor de la independencia no seria válido por que habría que preguntarle a
valencianos, madrileños, extremeños, gallegos,…
La misma Constitución a la que se le aplicó una remodelación
expréss, para modificar el artículo
135 y que prevaleciera el pago de la deuda a los servicios sociales que tanto
necesitan buena parte de la sociedad que va en aumento.
Considero que con esta maniobra tanto de un “bando” como del
otro, se ha llegado a un callejón sin salida, ya que no hay forma, según sus
argumentos para que un pueblo pueda decidir que no quiere seguir en este estado
democráticamente. Claro está que todos condenamos la violencia de ETA, por que
la violencia no es forma de conseguir sus objetivos, pero si cuando se hace por
los cauces democráticos tampoco vale, deja un amargo sabor de boca el saber que
nuestra “joya de la corona” como algunos tratan a la Carta Magna, está cuanto
menos desfasada y necesita sino un relevo, una remodelación a fondo.
De todas formas, yo invitaría al Sr. Rajoy y al Sr.
Rubalcaba, a que convocaran un referéndum similar en cada región del estado, y
seguramente se llevaría más de una sorpresa, ya que el independentismo de esta
España, que arrastra claras secuelas de los 40 años de dictadura fascista y los
posteriores 35 años de monarquía, con un rey impuesto por el mismo dictador,
está en crecimiento desde la transición. Ya puestos a pedir, otro referéndum
para ver si la gente quiere seguir con el mismo Jefe de Estado que actualmente
tenemos o si por el contrario prefieren poder elegirlo democráticamente. De
todas formas, en caso de no ser de su agrado la respuesta ciudadana, siempre
tendrán el recurso de que los referéndums en nuestro país no son vinculantes.
Pero no miremos solamente a uno de los “bandos” de esta
“guerra independentista”. En el otro, el catalán, tenemos por un lado Artur
Mas, envuelto en la bandera independentista que le sirve de cortina de humo
para aplicar recortes similares a los que aplica Rajoy en la España de la que
se quiere separar, y cabeza visible de un partido, CIU, podrido de corrupción
de una forma similar a la del PP nacional. Y como socio, tienen a ERC, un
partido que como sus siglas le definen como de izquierdas y republicano, y sin
embargo, traiciona a la clase trabajadora, aliándose con la burguesía catalana,
pero burguesía al fin y al cabo, con el fin injustificable de la independencia
de la España que acabamos de describir, pero en la que también hay una clase
trabajadora oprimida, con la que también se podría haber aliado.
Ya para finalizar, he de decir que yo nunca me he
considerado ni separatista, ni independentista, ni nada sinónimo, de hecho creo
que tengo más que me une con un trabajador de Asturias, Zaragoza o Málaga, que con
un socio capitalista de una empresa del pueblo de al lado del mío. También
quiero hacer constar mi postura, de que, para mí, un pueblo tiene que poseer el
derecho a decidir de donde quiere o no formar parte democráticamente. Pero
desde luego, cada vez me siento más fuera de lugar en este país que va a la
deriva para la clase trabajadora y con sus patronos con el bote y chaleco
salvavidas apunto por si acaso.
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